Algunas palabras...

Este trabajo, está dedicado a los abuelos,padres y maestros que poseen en su corazón :
la mágica magia y la fantástica fantasía nunca vista ni jamás imaginada, que los hace imprescindibles a la hora de contar un cuento."

En el vasto territorio de los sueños diurnos, tiene cabida la llamada mente errante o ensoñación.
Algo así, como divagar y dejar que los pensamientos fluyan libremente ,mientras se está realizando alguna actividad.
La mente humana cae en ese estadio, ni más ni menos que el treinta por ciento del tiempo,y quizás, si uno se lo propone, podría sumergirse en ese mundo mucho, mucho más.
De ese modo, podemos crear situaciones únicas e irrepetibles, personajes maravillosos salidos del universo de la fantasía.que nos lleven de la mano por cada rincón inusitado .
Casi casi de esta forma,nació este Proyecto que hoy ya conoce la luz y cuyo nombre, fue propuesto por los peques, asesores indiscutibles convocados a fines de 2011. 
Fue apasionante descubrir de lo que son capaces a la hora de ponerse serios y jugar a ser adultos. Nenas y Nenes de cinco,seis siete y un poco más de edad,participaron de la convocatoria. ¿Las entrevistas?...absolutamente informales,como de jugando... claro. 
Elegida la pregunta que iba a oficiar de "disparador",arrancamos con la tarea. "Vamos a escribir un cuento para chicos"¿qué te parece? 
La respuesta actuada,no se hizo esperar,y fue Josefina (6 añitos),la que extendiendo la mano a modo de STOP, PARE, PROHIBIDO AVANZAR...respondió:"Eso es cosa seria" Su hermano, Joaquín,un poco mayor... casi de costelete, como para que no escuchásemos la respuesta agregó:"Los grandes, no saben nada de esto". Apabulladas,por las respuestas decidimos investigar, para aunar criterios con otros peques,un poco más creciditos en edad. 
Entrevistamos a Tobías (8 añitos),y respondió: "Yo,cuando un cuento no me gusta bostezo"... inmediatamente Martín (5 añitos) que oficiaba de colado, contestó"y yo, me como los mocos". 
Ante tanta sabiduría,quedamos desconcertadas,y ahí nos dimos cuenta que escribir para chicos no iba a ser nada fácil.Pero,aceptar el desafío era nuestro propósito, así que decidimos tomar lápiz y papel y comenzar a bosquejar un cuento.
Cada escritora,se calzó sus zapatos alados,su sombrero con plumas y en su cartera guardó colores,globos,pitos y matracas y por si fuera poco un cuarto de polvos mágicos para la creación. 

Norma Jacomet.